domingo, 23 de septiembre de 2012

¿Qué es el síndrome antifosfolípido (SAF)?


El síndrome antifosfolípido es una enfermedad auto-inmune en la que el cuerpo produce grandes cantidades de anticuerpos antifosfolípidos. Los fosfolípidos son una tipo de grasa especial que contienen el fosfato que constituye las paredes externas de las células del cuerpo. Los anticuerpos antifosfolípidos atacan a los fosfolípidos. Esto ocasiona diversos problemas incluyendo un aumento en la coagulación de la sangre. La cardiolipina es un tipo de fosfolípido y pueden desarrollarse anticuerpos anticardiolipinas específicos.


La enfermedad es aproximadamente dos veces más frecuente en mujeres que en hombres. Generalmente se caracteriza por lo siguiente: 
  • Trombosis - coágulos de sangre en arterias o venas (especialmente en las piernas). Los coágulos en los vasos sanguíneos del sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) pueden provocar accidentes cerebrovasculares.
  • Trombocitopenia - bajo nivel de plaquetas (células importantes en la coagulación de la sangre).
  • Pérdida del embarazo (especialmente pérdidas repetidas).
  • El síndrome antifosfolípido recién pudo definirse hace algunos años y en ocasiones se lo denomina síndrome de Hughes o síndrome de la sangre pegajosa. La enfermedad puede ocurrir junto con otras enfermedades auto-inmunes tales como el lupus eritematoso sistémico (LES o lupus).

Generalmente, el síndrome antifosfolípido es difícil de diagnosticar, sin embargo, análisis de sangre para detectar anticuerpos incluyendo el lupus y la anticardiolipina pueden ser útiles para determinar el diagnóstico.

Esta enfermedad puede afectar gravemente tanto a la madre como al bebé durante el embarazo. En mujeres con SAF, los riesgos de diversas complicaciones son mayores e incluyen, pero no se limitan a, los siguientes: 
  • Accidente cerebrovascular
  • Coágulos sanguíneos
  • Hipertensión inducida por el embarazo (presión sanguínea alta durante el embarazo), este trastorno ocurre en un 50 por ciento de las mujeres con SAF
  • La muerte del feto
  • Aborto espontáneo recurrente
  • Retardo del crecimiento intrauterino (crecimiento fetal pobre)
  • Nacimiento prematuro (un 33 por ciento de las mujeres con SAF pueden dar a luz a su bebé antes de las 32 semanas de gestación)
Las mujeres con SAF pueden aumentar las posibilidades de un embarazo saludable si reciben el tratamiento farmacológico adecuado, cuidados prenatales tempranos y trabajan de manera conjunta con los profesionales de la salud en el control de la enfermedad.

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