martes, 11 de septiembre de 2012

El sufrimiento posterior a una pérdida



Compartiendo la historia de Jane

El pasado verano, Jane quedó embarazada de su primer bebé. Ella se encontraba todo el tiempo rodeada por sus numerosas amigas embarazadas, por sus compañeros de trabajo y por sus vecinos. Todos unidos se acompañaban a sus clases de gimnasia para embarazadas y se enviaban sobres llenos de recortes de revistas que contenían valiosos artículos sobre el embarazo. Adrian, el esposo de Jane, comenzó a imaginarse cómo sería el nacimiento de su bebé y por las noches, él y Jane hablaban sobre las esperanzas e ilusiones que tenían relacionadas con la pronta llegada de su bebé.

Era un verano muy caluroso y Jane se sentía con náuseas y extremadamente cansada. Además de ello, sentía los malestares propios que traen aparejados las largas y calurosas noches de verano. Ella soportaba esas leves molestias porque sabía que las mismas le estaban dejando saber que el bebé que estaba creciendo y desarrollándose dentro de su vientre nacería en unos pocos meses. Es por ello que se cuidaba y compartía la alegría que sentía por su embarazo con sus amigos y familiares.

Un día, Jane concertó una visita médica prenatal y Adrian pidió unas horas libres en su trabajo para poder acompañarla. En una prueba de ultrasonido que le realizaron durante la 12da. semana de embarazo escuchó unas palabras que cambiaron todas sus expectativas. Su doctor le comunicó que era imposible escuchar los latidos cardíacos fetales de su bebé, y que no se sentía ninguna clase de sonido que proviniera de su vientre. Ella seguiría recordando este terrible momento durante mucho mucho tiempo.


Las Dificultades que Trae Aparejada una Pérdida

El hecho de perder un bebé puede llegar a transformarse en una experiencia devastadora para la mayoría de las parejas. La pena que la mujer en cuestión experimenta luego de padecer un aborto espontáneo, un embarazo ectópico, un parto en el que nace un bebé muerto, la terminación abrupta de un embarazo o una muerte neonatal es diferente a cualquier otra clase de sufrimiento; y cada pareja lo sufre de manera diferente. El sufrimiento posterior a una pérdida no es una señal de debilidad o de culpabilidad; sino que es un sentimiento de tristeza completamente normal. Es usual sentirse retraída o con humor cambiante, experimentar dificultades para conciliar el sueño o para concentrarse, o sentir pena por semanas o quizás por meses luego de haber padecido dicha pérdida.

Cada historia relacionada con una pérdida es única y diferente. Mientras que algunas mujeres padecen un aborto espontáneo durante las primeras semanas de su embarazo, otras padecen un aborto espontáneo durante el segundo trimestre del mismo. La pérdida de un embarazo en la semana 28 o en algún momento posterior a esta semana es considerada como un embarazo en el que el bebé nace muerto, o como un mortinato. Esta clase de pérdida puede llegar a convertirse en una experiencia sumamente dolorosa, ya que la pérdida de un embarazo experimentada durante el segundo trimestre del mismo (después de 20 semanas de gestación) requerirá que la mujer que la experimente dé a luz un bebé muerto, o que deba abortar al feto quirúrgicamente.

Existen ciertos factores que pueden hacer que una pérdida se transforme en una experiencia muy difícil de afrontar. En los casos similares al de Jane, es duro imaginar el hecho de que Jane tenga que enfrentarse a sus amigas embarazadas después de haber experimentado la pérdida de su embarazo. Si las mismas llegaran a quejarse por las molestias propias del embarazo -y si usted se encontrara en la situación de Jane- sentiría que es injusto que sus amigas se quejaran; ya que la vida ha sido injusta con usted, y usted ha perdido a su bebé. Si - por el contrario- las mismas no hablaran sobre sus embarazos, usted podría pensar que existen razones ocultas detrás de ese silencio y sentimientos de rechazo hacia usted. Otras veces, podría sentir que no hay ganadores en estos casos. Éste sería un claro indicio de que necesita afrontar y superar el dolor que está sintiendo. A pesar de que la forma en la que cada pareja o persona lleva adelante el luto o la pena por haber perdido un embarazo es diferente, existen formas de afrontar este terrible momento que funcionarán mejor que otras.


Afrontando la Pérdida Desde el Punto de Vista Emocional

¿Cómo podrá afrontar su pérdida desde el punto de vista emocional?: La respuesta será diferente para cada mujer, pero la clave será no contener las emociones que esté experimentando. En lugar de ello, debería trabajar con sus emociones como si estuviera explorándolas, lo cual la ayudará a afrontar y sobrellevar de mejor manera su tristeza.


¿Cómo Podría Ayudarla su Pareja?
Seguramente su pareja estará sintiendo la misma pena que usted siente. Hable abiertamente con él acerca de sus pensamientos y de sus emociones, así como también acerca de qué pasos deberán dar juntos para poder sobrellevar su dolor. Coordinen un momento en el cual puedan pedir una licencia laboral para poder pasar un tiempo juntos.


El Dolor que Sienten los Hombres Ante una Pérdida Perinatal
A menudo, los hombres no muestran la profundidad de la pena que están sintiendo. Se cree que los hombres encuentran más difícil el hecho de expresar sus emociones o su dolor. Un hombre -con frecuencia- retornará a su trabajo rápidamente, a fin de evitar pensar en la traumática experiencia por la que ha pasado. Frecuentemente se sentirá impotente y desamparado como para tratar de enfrentar esta experiencia. Es por ello que usted debería tomar en cuenta esta clase de comportamiento y ofrecerle a su pareja un ambiente en el que pueda hablar abiertamente. El hecho de no prestarle atención a la pena que esté sintiendo hará que la misma se convierta en un problema aún mayor. Debido a que los hombres sufren su pena en soledad, el duelo de un hombre -con frecuencia- puede llegar a ser malinterpretado; pensando que el mismo es poco comprensivo o distante. Ésto podría ser problemático si la mujer que hubiera sufrido la pérdida quisiera buscar consuelo en su pareja. Es por ello que debería dejarle saber a su pareja la importancia de compartir sus sentimientos.


Hablar con sus Amigos
Combata su impulso de retirarse de toda compañía social y trate de buscar apoyo en sus amigos. Hable con diferentes personas - se sorprenderá al darse cuenta de cuánta gente compartirá sus propias historias sobre abortos espontáneos. El hecho de darse cuenta de que otras personas han experimentado sus mismas emociones y el descubrir que han podido sobrellevar su dolor podrá ayudarla a seguir adelante con su vida.

Es realmente importante expresar el dolor y las emociones que está sintiendo. El hecho de comprender su estado de ánimo, les permitirá a sus amigos ayudarla a pasar por este traumático y duro momento de su vida.

Por otro lado, debería dejarles saber a sus amigos cómo quisiera que fuera tratado en el futuro el tema de su embarazo o de la pérdida de su embarazo; ya que el hecho de fijar algunas reglas básicas sobre el mismo podrían hacerla sentir cómoda en caso de que el tema surgiera en alguna conversación. Por ejemplo, algunas mujeres podrían sentirse más cómodas si otras mujeres evitaran cautelosamente tocar este tema cuando están frente a ellas; si éste no fuera su caso, debería dejarle saber a sus amigas que estará bien hablar sobre el tema delante suyo.


No se Culpe por la Pérdida
Recuerde que los abortos espontáneos son bastante comunes, y es por ello que los mismos no significarán que usted habrá hecho algo mal o que ha fallado en algo. De hecho, durante las primeras dos semanas de embarzo, la probabilidad de que sufra un aborto espontáneo será de un 75%. No obstante, estos abortos espontáneos ocurrirán antes de que las mujeres en cuestión se den cuenta de que están embarazadas; y es por esta razón por la cual no tendrán tiempo de sentir pena o dolor por lo ocurrido. Las probabilidades descenderán hasta llegar a un 10% entre la tercera y la sexta semana de embarazo, y seguirán descendiendo hasta llegar a un 5%, entre la sexta y la décimo segunda semana del embarazo.

Un aborto espontáneo no significará que su próximo embarazo será problemático. De hecho, la mayoría de las mujeres podrán disfrutar de embarazos saludables luego de haber experimentado un aborto espontáneo.


Reflexionar
Existen dos maneras de dejar atrás una experiencia devastadora. Una de ellas será meditando sobre la misma, y la otra será reflexionando al respecto. Se ha demostrado mediante estudios psicológicos que existe una enorme diferencia en la forma en la que estas dos estrategias utilizadas para afrontar una experiencia traumática funcionarán para hacerla sentir mejor.

La meditación está caraterizada por frecuentes pensamientos recurrentes que irán surgiendo en su mente; los cuales no podrá controlar, así como tampoco podrá saber cuándo aparecerán o desaparecerán. Cuando aparezcan, serán negativos y deprimentes. El hecho de meditar o de rumiar estos pensamientos será una estrategia poco constructiva para afrontar una experiencia dolorosa.

La reflexión, por otra parte, es la contemplación saludable y deseada del evento traumático. Reflexionar la ayudará a deshacerse de sus sombríos pensamientos y le permitirá aliviar su dolor.


Escribir un Diario Personal
La manera en la que enfrente su dolor dejará ver lo que realmente es como persona. El hecho de escribir un diario personal la ayudará a reflejar en palabras su pérdida y los sentimientos relacionados con la misma. Varias investigaciones han demostrado que las personas afectadas por una pérdida que escriben sus pensamientos en un diario personal se recuperan más rápidamente de su dolor.

El antiguo dicho que afirma que : "el tiempo lo cura todo" es realmente cierto. Es por ello que quizás lo mejor que podría hacer sería comprar un diario personal en el cual podría ir marcando los días, y así podría considerar cada página que voltee como un día más cercano al momento de su recuperación. No se sienta presionada por escribir lo que piensa en dicho diario todos los días, pero cuando lo haga, escriba honestamente lo que siente acerca de su dolor, sus sentimientos y acerca de sus sueños y planes futuros. Trate de imaginarse cuán feliz podría llegar a sentirse dentro de un año. Recuerde que el tiempo lo cura todo; es por ello que la forma en la que afronte su dolor será la que -en última instancia- dictaminará cuán bien se habrá recuperado de su pena.



Decir Adiós
No sólo la mamá y el papá han sido las únicas personas que han estado involucradas en un embarazo, sino que también perdurará el recuerdo del bebé que no pudo nacer. Los padres necesitarán lidiar con la pérdida de este bebé para poder recuperarse del dolor. Existen innumerables maneras de recordar la muerte de un bebé causada por un aborto espontáneo, por el nacimiento de un bebé muerto o por una muerte neonatal. Muchos padres plantan árboles en sus jardines en memoria de sus hijos fallecidos. También existen numerosos sitios web dedicados a las despedidas que podrían brindar las mamás y los papás que estuvieran de luto por la pérdida de un hijo/a.


¿Cómo Terminó la Historia de Jane?
El aborto espontáneo fue un duro golpe para Jane. En el momento en el que el doctor pronunció las palabras: "no se escuchan latidos cardíacos fetales", el corazón de Jane se rompió en mil pedazos. Al principio, fue difícil contarle a sus amigos y familiares los innumerables sentimientos que la hacían sentirse cada vez más triste y acongojada. Con el lento correr de los días, ella fue capaz de expresar sus sentimientos y de comenzar a visitar nuevamente a sus amigos. Es así que fue capaz de afrontar mejor el dolor, la furia, la sensación de culpabilidad, la tristeza y la ansiedad que asolaban su mente luego de su triste pérdida.

Adrian comenzó a pensar en que sucedería en un futuro embarazo. A pesar de que ambos planeaban esperar hasta que se sintieran completamente preparados, unos pocos meses después, una prueba de embarazo casera confirmó las buenas noticias que estaban esperando: Jane estaba embarazada nuevamente.

Jane sintió una mezcla de sensaciones al oir las buenas noticias. Por un lado se sintió abrumada por la alegría, pero por otro lado, se sentió ansiosa ante el temor de experimentar otro aborto espontáneo. Debido a que se sentía demasiado preocupada por el impacto que podría tener su ansiedad en la salud de su bebé; concertó una cita médica con varios genetistas y tomó todas las precauciones posibles, a fin de asegurarse de que el estado de la salud cardíaca de su bebé fuera perfecta. Es así que Jane finalmente pudo dar a luz a una bebita sana y saludable.





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